En esta sección se plantean preguntas sencillas sobre cosas que, en nuestra opinión, podrían
cambiarse en beneficio de la fiesta, del respetable o de ambos.
¿Por qué saludan los terceros, aunque hayan estado mal o simplemente correctos, cuando lo hacen sus compañeros?. Es un detalle cortés y torero que el subalterno obligado a saludar invite al compañero. Pero este, con las mismas cortesía y torería, debe declinar la invitación cuando sabe que no es merecedor de la misma.
¿Por qué, en la plaza de Sevilla, el picador de tanda cuando se retira no hace el trayecto de la puerta del príncipe a la de cuadrillas por el callejón?. Se evitaría una serie de capotazos innecesarios y casi siempre perjudiciales y se agilizaría la lidia. En Madrid también hay cosas buenas que pueden copiarse.
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