La foto, que me permito titular: "El hombre que dormía bajo el reloj", es gentileza de LOPEZ MATITO, a través de SEVILLA TAURINA. A ambos mi agradecimiento y el de los lectores.
Bajo el reloj, aquel buen hombre dormía placidamente, tumbado cuan largo era, en el duro ladrillo de la plaza de toros sevillana. Probable víctima de un mal alcohol, herido en su corazón por no sé qué espinas de la vida, se hundió placidamente en el seno de Morfeo durante la lidia de los tres primeros. Casi con toda seguridad era el mas atinado de toda la concurrencia, que ni podiamos tumbarnos, ni dormirnos, ni nos atreviamos a huir.
Si la verdad no puede estropear un titular, un angel caído no puede deslucir lo que se pretendía un magno espéctaculo (al menos por los precios). Y aquel pobre ciudadano fué violentamente arrancado de sus brumas, de sus ensoñaciones, del quiebro que por unos minutos había conseguido hacerle a la vida. Un "segurata" lo obliga a recuperar la verticalidad y a enfrentarse de nuevo a la fria (nunca mejor dicho) realidad. No molestaba a nadie, incluso ofrecía una apacible imagen, pero seguramente a los demás (ateridos, cabreados y aburridos) nos ofendía su transitoria felicidad. O a los Canoreitas les fastidiaba que ocupara cuatro asientos habiendo pagado uno.
Pero como la verdad imita al arte, una vez ido el "segurata" todo volvió a su inicial estado. Y nueva intervención del "segurata" y nuevo sobresalto para nuestro hombre, otra vez obligado a la verticalidad. Se vuelve a marchar el "segurata" y todos respiramos tranquilos, al fin puede el alma atormentada abandonarse a su efímero paraiso.
Demasiado bello para ser verdad, el propio jefe de seguridad de la plaza saca definitivamente al iluso de su ensueño horizontal y permanece a unos metros de él hasta el final de la corrida.
La metafora no puede ser mas ajustada: el sistema tratando de domesticar la realidad, o al menos ocultarla de la vista pública.
Mientras todo esto sucedía, unos toros que no se sabe lo que eran (toros artistas no, toros de verdad tampoco...) y unos matadores que ni ellos mismos saben lo que son, escenificaban un completo desencuentro en medio del viento y el frio.
Lamento no disponer de la fotografía del soñador interrumpido. Si alguien la tiene, completamos esta entrada.
Sevilla, 14/04/2012: Toros de Montealto, para Oliva Soto, A. Nazaré y D. Silveti. Menos de media entrada.
Como puede apreciarse, alguien envió la foto y la hemos añadido (mas una pequeña entradilla)con posterioridad a la primera publicación de la entrada. Reiterar el agradecimiento a nuestros amigos.
ResponderEliminareso es una pancarta viva,nada de sabanas que te requisan los seguratas,nada de anonimato,esa es la realidad de la fiesta,aburrimiento,sueño y cansancio.
ResponderEliminarel cortinar
Amigo El Cortinar,
ResponderEliminarme parece magnifica su visión del hecho. Una pancarta viva! si señor.
A mi esta foto me parece representar la imàgen de la aficiòn entera, actual.
ResponderEliminarDuerme, sin apreciar o realizar que la fiesta circo està condenada
¡ Pobre fiesta "brava"! ¡ Pobre aficiòn !
Pedrito
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