OLIVENZA I: TOREO MODERNO

Han debutado con caballos, hoy en Olivenza, tres chavales.

Dos de ellos son extremeños y ambos aspiran a ser toreros modernos: tienen su oficio, su valor, sus ganas…pero son modernos.

Solo conocen una faena y tratan de llevarla a cabo venga o no a cuento (para que se hagan una idea, imaginen un remedo de la faena standard de M. A. Perera).

Las dos primeras faenas de hoy han sido calcadas una de la otra, intercambiables,previsibles,…aburridísimas. Aunque a ellos les pareciera que estaban bordando el toreo. Y en sus segundos novillos volvieron a intentar otra vez lo mismo,claro que esta vez sus oponentes no les dieron tantas facilidades y todo quedó en nada.

Los novillos también eran modernos: podridos en cuanto a fuerza, bravitos en el caballo, noblones y sin molestar. Sin atisbo de casta, fiereza o acometividad. Andaban por allí.

En el toreo moderno faltan la vibración, y la espontaneidad y sobra tanto amaneramiento, por eso es tan poco emocionante. Diríamos que es políticamente correcto, como la época que vivimos en la que todo está desnaturalizado, todo es “light”.

Entre este tedio, el tercer actuante, con menos oficio que sus compañeros, no era moderno: tenía su personalidad, su gracia, su pizca de improvisación… y se llevó aquello de calle, a pesar de sus lógicas carencias.

Uno de los extremeños brindó el primer novillo que mataba con caballos a un periodista. No sé si esto es ético, pero desde luego no es estético… y supongo que será moderno.
 

P.E. Actuaron, por este orden: Tomás Angulo, Tomás Campos y Alvaro Sanlucar. Los dos primeros de Llerena y el tercero de Sanlucar de Bda. Los animales, de J. L. Marca.