6 de septiembre de 2010

UNA TRISTE CAPEA


El escarnio sistemático que RTVA hace de la fiesta de toros ha llegado hoy a su culmen, por ahora. Y digo " por ahora", pues ya sabemos que la estulticia unida a la constancia, es una formula que no conoce límites en su capacidad destructiva.



Penoso el montaje de ayer. Televisar ese festejo, con ese ganado, en esa plaza, con ese público, con ese cartel y tratar de venderlo como la mayor hazaña torera del siglo (este era el tono de los zafios comentaristas) es un disparate y hasta puede que un delito de lesa afición. ¿A quien creen engañar? Ni los asistentes aplaudían.


Como se puede aplaudir que tres... matadores? en una... corrida de toros? lidien un... toro?y eso se trasmita en directo para toda la región andaluza? Sonrojante!
Cualquiera con una mínima noción de tauromaquia sabe que la lidia de un toro es un todo único que tiene una coherencia, un orden, una lógica y un sentido. Hacer esto entre tres es imposible. Intentarlo es, además de ridículo, absurdo.



Al final aquel bodrio se mostró como lo que realmente era: Una capea!


Y esto es así por mucha gracia que le haga al locutor del pelo coloreado, que de camino se lleva su buen puñado de euros, como promotor de estos espectáculos lamentables y vergonzosos. Y por muchos chistes (sin pizca de gracia) que cuente el pobre de Ruiz Miguel, que de "tragatoros" ha devenido en "tragapanes". Aunque no quiero seguir por ahí, pues a mi me parece legítimo y respetable que cada cual se quite el hambre como pueda.


Pero claro, ni aquellos son matadores de toros, ni lo que salia por los chiqueros eran toros, ni la vergüenza (la torera, ni la otra) apareció por allí en ningún momento.
Sin olvidar al flamenquito tocando la guitarra (mal) y cantando (peor) mientras los animalejos perdían las manos y los artistas daban pingüis, para que el esperpento fuera completo.


Que contentos deben estar los antitaurinos, tienen quien les haga el trabajo y encima, con nuestro dinero. Solo tienen que sentarse a esperar, que esta tropa acaba con la afición mucho antes de lo que pensamos.

Para terminar, dos preguntas:

¿Que piensan los protectores políticos de estos personajillos tan nefastos para el espectáculo?

¿No les gustaría a Vds. saber las cuentas de esta charlotada?



Hasta la próxima. Traten de ser felices!

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