18 de abril de 2011

R. I. P. J.Pedro Domecq

La muerte, es siempre indeseable, siempre inhospita, siempre infame. Mis profundas condolencias a su familia. Lamento la muerte del hombre, como la de cualquier hombre.Presupongo la buena voluntad del finado. Aunque de buenas voluntades, dicen, está el infierno empedrado. Combatimos sus ideas, que nos parecieron esencialmente equivocadas. Su muerte, lamentable y penosa, no mejora ni empeora sus planteamientos. Ni va a cambiar nuestra opinión. Dice un escribiente del sistema, que "su muerte borra muchos de sus defectos", no es cierto, ni agranda sus virtudes, añado yo. Por sus frutos los conocereis, dice la Biblia. No voy a unirme a las previsibles loas (normalmente hipocritas) que suelen acompañar ( y en este caso abundarán) a todos los muertos. Como persona, que Dios lo tenga donde se merezca. Para esta fiesta fué un cancer. Descanse en paz.

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