5 de marzo de 2013

OLIVENZA (II): UNA LUZ CEGADORA

   02/03/2013 (matinal). El Freixo. Silva, Garrido, Posada de Maravillas y Lama de Gongora.

   Creanme si les digo que hacía tiempo que no veía torear tan bien: con tanto gusto, tanta gracia, tanto relajo, tanta limpieza y tanta naturalidad. Por unas horas me he reconciliado con esta fiesta de nuestros pecados.

   Posada ha hecho el toreo, el verdadero toreo, el toreo de siempre: "coger, llevar y soltar". No el unipase interminable (que muchos confunden con ligar) donde el bicho va  y viene infinitas veces y por todos los lados posibles sin solución de continuidad. No le hizo falta ni el tirabuzón, ni el arrimón, ni el parón...ni el mojón (también llamado poste). Sin despatarrarse, ni retorcerse, ni alargar antiesteticamente el brazo (el pase debe ser ante todo hondo, no largo). Repertorio? la verónica, el natural (excelente), el derechazo y algún molinete personalísimo. Eso es todo. Y no necesitó mas para llevar a cabo dos faenas luminosas, elegantísmas, casi perfectas.

   ¿Llegará a figura?. Eso nadie lo sabe, pero lo merece y se lo deseo. Tiene dos cosas en su contra: ese toreo tan hondo exige mucho a los toros y ese toreo tan bello y tan esencial puede no ser apreciado por el gran público.

   El resto del festejo fué, así mismo, muy interesante. El Juli (como ganadero) y los cuatro actuantes debutaban con caballos y todos han superado el paso satisfactoriamente. A pesar del tremendo frio y de las mas de tres horas de espectáculo, nadie se aburrió. Creo que es decir mucho.

   El ganado muy bien presentado, bravo en general y de buen juego. El indulto del séptimo (claramente absurdo) pudo obedecer  al deslumbramiento que había supuesto la actuación de Posada.   La novillada cobró en varas mas  que las corridas de Garcigrande y Zalduendo juntas.

   Silva dió muestras de un toreo sobrio, elegante y muy pulcro. Manejó bien la espada.

   Garrido tiene una buena cabeza torera y llega al público. Quizá le convenga algo de serenidad y no fijarse tanto en las usuales figuras. Creo que tiene mimbres para que su cesto tenga sello propio.

   Lama se vió muy placeado y pinturero, pero según mi impresión hace mejor lo accesorio que lo fundamental. También le ví algún detalle feo con los compañeros, propio de torero "listillo", cosa que no necesita y para la que no tiene edad.

   Interesantísima novillada en la que lo pasamos muy bien y que se perdieron aquellos abonados snobs que, con la entrada en el bolsillo, se quedaron en su casa o sujetando alguna barra. Y sobre todo la revelación del toreo intemporal: "coger, llevar y soltar".

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